[Cierre inminente: tres universidades en Perú dejarán de operar tras no cumplir requisitos de Sunedu. Foto: ANDINA]
Al no cumplir con las condiciones básicas de calidad, estas instituciones deberán cerrar definitivamente, garantizando facilidades para que sus estudiantes continúen sus estudios.
La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) decretó el cierre definitivo de tres instituciones de educación superior en Perú. Las universidades afectadas (Alas Peruanas, José Carlos Mariátegui y Peruana de Ciencias e Informática) no cumplieron con las Condiciones Básicas de Calidad y deberán cesar sus actividades en menos de un mes. La medida busca garantizar la calidad educativa y proteger los derechos de los estudiantes, quienes contarán con alternativas para proseguir sus estudios sin interrupciones abruptas.
La decisión tomada por Sunedu surge tras evaluar que estas universidades no alcanzaron los estándares mínimos exigidos en infraestructura, programas académicos, cuerpo docente y servicios complementarios para sus estudiantes. De acuerdo con la normativa, sin licenciamiento no se autoriza el funcionamiento de ninguna institución de educación superior, lo que obligará a estas casas de estudio a cerrar definitivamente en el corto plazo.
Entre las instituciones afectadas se encuentra la Universidad Alas Peruanas, cuyo cese definitivo está programado para el 22 de marzo de 2025, según la Resolución N.º 172-2019-SUNEDU/CD. Por otro lado, la Universidad José Carlos Mariátegui dejará de operar el 1 de abril de 2025, aunque se permitirá que continúe tramitando títulos para sus egresados hasta diciembre de 2026, conforme a lo establecido en la Resolución N.º 036-2020-SUNEDU/CD. Finalmente, la Universidad Peruana de Ciencias e Informática finalizará sus actividades el 4 de abril de 2025, de acuerdo con la Resolución N.º 162-2019-SUNEDU/CD.
La medida de cierre se fundamenta en la necesidad de salvaguardar el derecho a una educación de calidad. Sunedu, adscrito al Ministerio de Educación, ha dejado claro que su principal objetivo es evitar que continúen operando instituciones que no brinden condiciones adecuadas a sus estudiantes. Así, se busca no solo proteger el patrimonio educativo nacional, sino también incentivar a las universidades a mejorar sus estándares o enfrentar las consecuencias de no hacerlo.
Ante el inminente cierre, las autoridades han establecido dos alternativas para los alumnos afectados. La primera opción consiste en el traslado de estudiantes a universidades que ya cuentan con licenciamiento y que ofrezcan programas equivalentes. Para facilitar este proceso, las instituciones en cierre deben gestionar convenios con otras casas de estudio que tengan la capacidad de recibir a dichos alumnos, garantizando una transición lo más fluida posible. La segunda alternativa permite que los estudiantes permanezcan en la institución en proceso de cierre durante un período adicional de hasta dos años. Durante este lapso, la universidad deberá mantener la calidad de sus programas académicos, lo que brindará a los alumnos la oportunidad de culminar sus estudios y obtener sus títulos sin enfrentar interrupciones abruptas en su formación.
La reacción ante esta decisión ha sido mixta. Si bien diversos sectores educativos y familiares de estudiantes aplauden la medida como un paso esencial para elevar la calidad de la educación superior, otros expresan inquietud por el impacto inmediato que enfrentan miles de jóvenes. Las autoridades aseguran que se implementarán estrategias de acompañamiento y orientación para minimizar las dificultades en la transición, lo que incluye asesoría personalizada y apoyo institucional para la reubicación académica.
RADIO SENTIMIENTO
Redactado por Nicole Córdova